lunes, 11 de junio de 2018

No

No me olvido de la noche que fuimos al Real Under con mi amiga. Ni del asombro que me produjo ver tu disposición para el baile, vuelto loco con un poco de polvo, podría jurar que feliz. Los pasos que dejamos en el salón y a la salida en aquel cruce al estacionamiento, llenos de ruido, de frases que inevitablemente nos íbamos a contar esa madrugada hasta la mañana siguiente, y que sin remedio amenazan de vez en cuando con rompernos los huesos dos años después. Que te lo sepas: no me olvido. Ni de tu nariz o tu chamarra de cuero, ni de las altas horas. Vamos a morir, te dije. Y por estúpido que parezca nuestros cuerpos no se tocaron. Solo las palabras. Solo ese pacto que nos reduce a nada, el de contar y anticipar que el amor es pura pérdida, imposibilidad y otro tanto de indefinición. Ya debería quedarme claro. Pero estabas ahí a las cuatro de la mañana, siendo tú mismo, un poco drogado. Te fumaste un cigarro conmigo y me llevaste a casa.


martes, 8 de mayo de 2018

Breviarios de la propia felicidad

(Una mañana nublada de mayo) 

Soy la primera en despertar en una cama para dos que es compartida además del partenaire con un gato. Bueno, es una gatita negra. Son las 7:45 y decido no juzgarme por mi nula capacidad de iniciar el día temprano. Hay personas que a esa hora ya hicieron desayuno y yoga, yo a esa hora quiero morir. Estoy segura de poder asumir esa responsabilidad: morir. Lo estoy doblemente porque E anoche me tranquilizaba. Si pasa algo de veras grave puedo contar con él, asegura. Entonces la mañana nos echó encima luces bellas. Desperté a E para que no perdiera la cita con la dentista. Fui en modo zombie a la cocina para darle comida a la gata. Le miré esa carita de ternura y sabotaje y me así con ese gesto a la idea de una familia. Estos tres que somos, pensé. Improbable regresar a la cama. Emma va más guapo cada día al trabajo, terminó de despertarme con besos suaves y abrazos. No hay tiempo para desayuno juntos, sé que mi deber más inmediato es llevarme arrastras de a la regadera. Pero la dentista cancela; Emmanuel me ha avisado desde la cocina. Medio minuto después llega a la cama nuevamente. Son las 8:45 de una mañana nublada de mayo, la gata pasea en la sala. Nos metemos debajo del edredón para acariciarnos con confianza y gozo, el mundo afuera. 

Soy irremediablemente feliz. 

martes, 24 de abril de 2018

Perfil curricular

Especialista en indagar
sobre la duda estéril.

Andante de pies torcidos.

Directorio de catástrofes. 

Acto fallido en calcular distancias.

Perseguidora con fe
de la otredad revelada.

Portadora de malos presagios,
tarotista y maga. 

Una mala experiencia 
sobre todo para los hombres
que quise mucho.

miércoles, 24 de enero de 2018

Tarde de invierno



Hay un ojo de fuego
formado entre las nubes
que se elevan sin prisa
entre paradojas y contradicciones.
La miseria de esta ciudad
apenas avanza.
Cada tanto te miro
en súplica de arrancar
la siempre huída
cuyo camino desemboca
en tu cuerpo húmedo,
y el prolongado silencio
donde construiré nuestra casa.
Coloreada a trazo franco
sobre la rama del tiempo.