
La soledad me sigue pareciendo un buen manto que echarse encima para cruzar polvaredas, si bien es cierto que la lluvia en medio de este desierto nos ha tomado por sorpresa a todos. Me envuelvo, trato de no hacer ruido, allá las hojas bien verdes y mojadas traen su propia fiesta. El fuego cocina dos que tres verduras que harán bocado de regular a bueno. La verdad es que escribo porque la nostalgia no va amainar hasta tarde, porque inútilmente genero la idea de quitar a todos para quedarme a solas contigo. Porque todos nos sobran, el mundo entero está demás cuando te pienso.
Me regalo un momento lúdico por respeto al tiempo y tengo un montón de malos pensamientos acerca de esa gente que sí puede acercarte.
Tanto quisiera azotar las puertas y saltar en tus pestañas mojadas, tanto echo de menos que me leas los poros, tanto de cada tanto que todavía quisiera ser tu ecuación por resolver pendiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario