Nosotros somos hermanos y nos queremos y abrazamos esta imperfecta esperanza de esperarnos cuando nadie espera; de preguntarnos cosas al rostro como abandonados al centro de un mundo de espejos. Amanecemos, quizá precedemos al mundo de los primeros hombres, quiza nadie nos halla contado. Somos el fuego de dos pájaros formando una espiral proscrita, dos tiempos por germinarse en un fruto de respuestas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario