lunes, 15 de diciembre de 2014

¿Seremos?

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a lo mejor...

un día
que no piense demasiado en ti;




hoy

        no se puede







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martes, 9 de diciembre de 2014

Lucio

Todos estos días que la wasa se prestó a indignarnos o al revés, que se usó el #todossomoscompas y demás, tuve muy presente al compañero lucio. 

Compartí camino con el compañero lucio poco más de una hora allá en el sur. Lo que me contaba era fascinante, principalmente que en cierta temporada del año a los compañeros les da por comerse las mariposas que andan por ahí volando.

Y a juzgar por las palabras del compañero, son verdadero manjar en el monte.

Vale, pues eso. Éste fue un post con el ser-haciendo muy agradecido con lucio, por la tertulia, el auto, los años, su andar sin pasamontaño nomás para mostrarse cuando la noche era oscura y lejos se miraba el alba. 




sábado, 29 de noviembre de 2014

Tolsá 20:52

Hemos comido la ira en la misma mesa
y visto al pueblo sacudirse la dignidad.

Las lunas de noviembre fueron la siempre guía
de un corazón que no deja de latir,
aunque nos repriman,
aunque nos desaparezcan,
aunque nos.

Unos compas resistiendo.

Decenas de miles escupiendo al miedo.

Cuarenta y tres. Once. Dos.

Y todavía no has visto nada.

El acuerdo fue acuerdo, el regreso fue regreso.

Luego vino el robo de ternura a mansalva.

Nos hemos robado un pedacito de piel sin para qués.

Se me está acabando el tiempo para decirte
lo que sé que escuchas en mis ojos.

Estás ahí
todavía dormido,
el calor aún distante se aproxima a la Tierra
en sus fragmentos de nube.

Cobijo tu ser
haciendo manto con los últimos temblores.

Tu risa es la música que baja como neblina sobre mi ánimo.

Ahuyentamos el frío todavía necesario para abrazarnos
y abrazarnos.


viernes, 21 de noviembre de 2014

--

Un día que haga ternura te diré.

Te tomaré de la mano que ahora tiene ampollas y moretones.

Contaré la angustia que es huir de una horda de monstruos con las agujetas desamarradas.

Quizá te sonreiré menos pero más honesto, o más sensato, o más cansado.

Un día muy pero muy muy lejano, quizá de ancianos.

O quizá cuando dobles a la vuelta de la esquina desapareciendo con el infinito instante.

Moriré por ese día que haga soleado o lluvia, o simplemente silencio.

Esperaré hasta tarde, saldrá la luna, contaremos estrellas en vez de muertos.

Arrimados a las vías de un tren.

Te juro que ese día existe.

No tarda.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Notita antes de arruyar bestias internas

Constato que soy más antisocial que nunca en la vida y aburrida. 

Estoy a tres días de cerrar un festival más, uno que para mí fue muy importante. Que se construyó con la voluntad del trabajo colectivo y que ha tenido altibajos históricos.

Hay cierta doble moral en todo esto porque lo disfrutable no es disfrutable. Más allá de nuestras narices siguen faltando nuestros 43 de Ayotzi. Y cuarenta y tres significa miles y miles, una montaña fosa común gigantesca de la que se asoma un rabito apenas, la punta del iceberg.

Resumidas cuentas estoy agradecida, el año pasado todo era más caótico y problemático y azotado. Ahora hay calma interna, tengo esa impresión.

Pero también siento mucha nostalgia porque al finalizar la función de cine pues la realidad ahí está, impenetrable, desorbitante, triste al fin con todo esto que pasa y que tanto nos arrebata: amores, recuerdos, posibilidades de maestros, posibilidades de sueños

posibilidades de familia

posibilidades de que esto levante


posibilidades de aparecer por ahí


con vida

infinita

..



martes, 14 de octubre de 2014

¿Y qué hacer?

Otra breve y todavía más insignificante nota nocturna.

Cuando pasa el tiempo, su correlación de fuerzas cósmicas y el espacio queda no tan vacío, sobre todo cuando la necedad un día se rinde, suceden cosas.

Por ejemplo, aquel muchacho que un día quisiste con tanto empeño hace contigo un pacto, uno muy chiquito, un día allá en el desierto o vía skype.

Y se prometen que nada harán para enmendar lo que no tiene remedio.

Primero se guarda la remota sensación que todo está perdido y ese todo quieren decir cinco años de duro y dale y que nada ya no te quiero.

Pero a la mañana siguiente, esos dos seres humanos estaban trabajando como dos oficinistas, uno más encubierto que la otra, en un proyecto común, con sus dudas y malestares, despistes y franquezas porque Benedetti.

Y porque agradezco mucho ese latido balajú que todavía baila son jarocho de buenas entre tanto pendiente, entre tanto qué dirán.

El trabajo a un costado de los que amo me es indispensable...

sábado, 11 de octubre de 2014

2:11

Escribo de madrugada para hablar con mis fantasmas. No tenía esta sensación de batalla perdida desde 2010, uno de los años más violentos y sanguinarios que recuerde en 27 años que tengo.

Hace poco escribí un post que titulé "soñé que me llevaba la guerrilla pero a lo mejor eran las autodefensas" y eso a lo largo del día me tuvo mal.

Por bobo que parezca guardo la sospecha de una visión en sueños que no fue lo suficientemente considerada.

Una pesadilla lúcida dijo aquél.

El ahora se me va con dificultades para conciliar el sueño. Me siento responsable por mucho de lo que pasa en este país y específicamente por mis maneras de incidir en la realidad inmediata, de manera personal y colectiva.

Algo llama a la soledad de selva y el espíritu juglar. Algo que además existe, está documentado en recientes feeds que llegaron a mis ojos de cualquier manera.

Temo y siento rabia. Pero más lo segundo.

No estoy deprimida, esa sería la respuesta fácil, pero no. Aunque parezca difícil creerlo me siento capaz de algo que no logro descifrar a ciencia cierta.

Siento frío.

Un eclipse estrella de la muerte en la luna y en el pecho.

La conciencia clara de la guerra y su secuela.

Nuestro mejor marakame y nahual nos cuide.









martes, 30 de septiembre de 2014

Preservación de los helechos cósmicos

Si los días empezaran por la noche, con el cuerpo echando raíces por encima de las sábanas sumergida en mis pensamientos, dialogando en mi cabeza conmigo casi etérea. Si empezaran en el instante justo que me asomo por tu pelo como si fuera mirilla y alcanzo a ver al fondo la iglesia y las cafeterías cerradas de domingo, cuando el sol va despidiéndose con su ademán de llovizna. 

O si el tiempo tuviera inicio ahí donde todo lo incendiamos, a las afueras del gran Ministerio del Espacio*, ese lugar robado de la imaginación de otros, con su secretaria maldita en la recepción y su estacionamiento para avionetas galácticas. 

Si así corrieran las horas, en viceversa, llegaría más tarde que nunca al trabajo, pondría más cautela en las fotos sobre el vestíbulo de cabareteras que visten el muro con su desnudez de lentejuela; pero llegaría temprano para ese pianito a lo Mile Davis que tanto nos quiere decir. 

Y quizá al revés definitivamente no existiríamos, no pasearía yo por estas palabras gastadas para decirte que el tiempo invertido dejó su murmuro de alegría recién llegado el otoño. Probablemente por fin tendría una respuesta cuando me preguntas "qué quieres". 

Nuestro universo-edredón de los a lo mejores tiene esto de poderte decir te quiero como quien dice voy a mear o dejo la ciudad un rato. Pero decirlo bien, con todo el cuerpo posible, con el suspiro que le cabe entre cada letra. De no callarlo y atravesar ese silencio que va del miedo a cada uno de tus sorpresivos regresos. 

Los encabezados de horror en verdad sacudirían al mundo y verte partir apenas sería otro inicio, un cambio de temporada más necio todavía; esa casa donde de tanto hacerse el amor los vecinos que oyen abandonan el psicoanálisis por siempre. Y es más se van a la huelga. 

Y en lo que fuera de atrás para delante podría abrazar tu ser y sentir el brillo de la vida y la muerte al filo azul cuando amanece, sin interrumpir más tu pensamiento cotidiano, con la clara certeza que volverás a mi regazo. 















*Acorde al manifiesto del Ministerio del Espacio: todos pueden citar el lugar en sus elucubraciones y desvíos personales, no le aunque el fundador de tal no-lugar haya sido en Señor de la Máquina, a quien pocos le hemos visto en su vida de cometa. Si usted habla del Ministerio del Espacio Creative Commons, piense que esa libertad es posible gracias a la imaginación creadora del Señor de la Máquina.


martes, 9 de septiembre de 2014

Las palabras más bonitas del mundo.



Entiendo. Te han pasado cosas. Oblicuas, danzantes, transversales. La vida no es lo que te contaron. Los lugares son más remotos, vacíos y tristes de lo que esperabas. A veces te sientas a tomar café y miras la ciudad o el cerro y en ese silencio anticipas la derrota o los periódicos de mañana. No hay posibilidad de comunicación y las playas parecen tan distintas. Estás triste porque estás creciendo. La gente que avanza descubre lo inútil y lo bello. Ahora sonríes menos y mejor. Pero te empeñas en mirar el pasado y linda, el pasado no es nada, ni ese futuro utópico que tanto te gustaría. Lo eres todo ahora, leyendo esto y luego serás todo cuando vayas por ese segundo café. Andar sobreviviendo en el mundo ya es bastante, Lucía. No tienes ya nada que perder. Nunca lo tuviste. De eso se trata. 



 -Desde el Ministerio del Espacio. Aquel mes que ya todo parecía perdido. . .

jueves, 21 de agosto de 2014

Me tardé exactamente once días

en limpiar la cueva
en ordenar mis libros
en sacar la basura
en regar las plantas
en sentir nuevamente apetito
en cantar canciones errantes
en estar de paso en otras estrellas
en beber cerveza con desconocidos
en prender incienso y fuego
en dejarte una ofrenda de maíz
en lavar la ropa
en sentirme mal por llegar tarde al trabajo
en hablar de ti entre bromas
en asumir que no estás
en atender nuestro acuerdo

de buscar el sol en cada paso...

pero no te equivoques,
hasta entonces

sé muy bien en dónde te dejé



lunes, 18 de agosto de 2014

40. Hsieh / Liberation

A Thunderous Cloudburst shatters the oppressive humidity:
The Superior Person knows the release in forgiveness, pardoning the faults of others and dealing gently with those who sin against him.

It pays to accept things as they are for now.
If there is nothing else to be gained, a return brings good fortune.
If there is something yet to be gained, act on it at once.
--

The relief you experience here is not your own personal pardon, but the release of others from your rigid expectations.
Like a hot air balloon, you will rise to new heights as you cast the heavy sandbags of resentments and restrictions away from you.
Feel the lightness of being that results from forgiving others and accepting them as they are.
Free yourself of the endless vigil of policing the behavior of others.
See them for who they are, not what they can or can't do for you.

I CHING. 

En tus brazos

PRELUDIO

Estuve pensando un pelín sobre nosotros por la mañana. Es como dibujar en horizontes cotidianos YA NO IMPORTA, es como anotar esto siempre sobre el vaho.

¡Y qué va! Vigilar mensajes y publicaciones es un deporte extremo. Eso, hoy por la mañana estuve pensando en el extraño de los ojos grandes.

No es que deba afirmar que gracias a ti o como consecuencia de ti ahora soy más, menos, esto o aquello. Soy muy consciente que los cambios tan valiosos y genuinos que se pueden generar en el interior del ser no forman parte de la dialéctica. No son acciones-reacciones puras, más bien llevan su tiempo, pero por ninguna cosa "dependen" de un interlocutor, ni son su responsabilidad, ni su logro.

Pero hay testigos de uno y eso es diferente. Hay personas que presencian los cambios más significativos de nuestro caminar por el mundo y sobre ti pienso que fuiste quien me acompañó en procesos de reconstrucción y descubrimiento.

En procesos de autogestión también. Quizá estos "cambios" no son los grandes cambios, pero a mí me gustaría dejar claro en este blog que los últimos doce meses son reflejo de saltos cuánticos y cambios internos incuestionables, que poco a poco me han permitido un mejor entendimiento de mi persona. Estos cambios tienen que ver con hacerme más valiente, más segura de mí, etcétera.

Por eso digo que estos cambios no sucedieron por ti, sino en presencia (remota o directa) de ti.


EN TUS BRAZOS

Compañero, en tus brazos la verdad me escupió en la cara, más de una vez sin duda, al principio. Y tuve que crecer, arreglármelas con la ausencia de los que partieron y en presencia de los que perduraron ante mis negativas y soledades de selva.

En tus brazos la milpa de adentro creció, no sin antes tener que deslindarme la tierra del cuerpo y morir con el otoño.

Luego vino el tiempo decembrino, ese tiempo de pensar que perdernos en el intento valdría tanto la pena como el azar. El azar que llama a la puerta un día y te pregunta ¿quieres volar o quieres que tu trasero siga calentando la banca? Fueron las lunas de diciembre para querernos, sin preocuparnos demasiado por el futuro. El tiempo de la incertidumbre real.

Uno siente en este tiempo que debe elegir, que es imposible que dos cosas tan distintas ocupen el mismo espacio en nuestra mente y corazón. En tus brazos fue tiempo de bríos, de rejuvenecer y descansar con el frío. De encontrarnos en el monte  y ¿sabes?

-Reconocernos.

En tus brazos me hice más rebelde, un aire de ligera anarquía me sopló la cara. Dejé ir los años y su peso doloroso. Me viste tomar ese tren sin regreso posible.

Y nuestros cuerpos anunciaron las lluvias como el gran inicio de los ciclos agrícolas que morirán mil veces para volver a nacer en otras ternuras y amaneceres perdidos.

En tus brazos, y no extenderé más mi lista de cursilerías, me hice más compañera y el deber llamó a nuestra puerta, mientras yo le di la cara con la sonrisa más hermosa que me recuerde jamás.


AHORA

Platico en mi cabeza conmigo y contigo sin que estés aquí. Te extrañamos. Pensamos que tu locura es siniestra y la abrazamos a corazón batiente sin tamizarla por el filtro de la absurda razón moralizante...

Hoy por la mañana repasé un año mágico, total, chingón, generoso. Etcétera. Y fue sorprendente saber que no tengo pendiente ningún drama por esta tragedia de verte partir, y aunque la tuviera, mis pasos ya no recuerdan cómo volver.

Me siento un poco más libre. Gracias por eso.

¿Y qué canción bailaremos?

Cumbia, faltaba más!





miércoles, 13 de agosto de 2014

Soñé que me llevaba la guerrilla

O  a lo mejor eran las autodefensas. 

El sueño empezó de la siguiente manera:

Compartía una fiesta de lo familiar en algún punto del Estado de México, estaba con mi papá y algunos tíos. Había mucha gente, eran vecinos de la zona. Las caras de los vecinos guardaban rabia y estoy segura que también demostraban ignorancia de años, necesidad de años. En su mayoría estos vecinos eran muy morenos y fornidos, recuerdo que uno de ellos tenía gorra y usaba una camisa percudida. 

Entonces este hombre quería revisarme la mochila, no sé si se trataba de algún tipo de operativo y yo quería quejarme del mal ambiente que se respiraba en ese antro tipo News Divine. Me revisaban la mochila, encontraban una trompeta de metal en mis pertenencias. Me retenían. 

Hasta ese momento cobraba conciencia que quizá estos señores eran en verdad halcones y todo se transformaba de pronto. Veía pasar varios granaderos y terminaba por estar abordo de un microbús muy viejo que viajaba todavía más a la periferia de la ciudad.

El transporte iba lidereado por el hombre de la gorra y la camisa percudida, entonces también había algunas mujeres por primera vez en la escena, aunque yo ignoraba que se trataba de un sueño.

Mataban a una compañera, la que iba sentada a mi costado. O quizá sólo la hacían dormir profundamente con una aguja atravesada en la boca. Entonces el líder me miraba mientras sujetaba una aguja en la mano. Creí que moriría ahí mismo, como sucedió con la compañera. 

Me apuntaban con la aguja y haciendo uso de todo el valor que era capaz, yo extendía el brazo para recibir el pinchazo letal. Pero sólo me tomaban una muestra de sangre.

El grupo que comandaba la operación explicaba a los rehenes del camión que se trataba de llamar la atención de las autoridades. Era un secuestro que además involucraba la prueba de armas bioquímicas.

Llegábamos a un lugar más árido aún, todavía parecía el Estado de México, estaba absolutamente incomunicada. En la casa de seguridad estaban compañeros y compañeras rehenes. Nos daban un papel impreso con algunos tuits de las únicas personas que tenían noción de los eventos en las redes sociales. Yo distinguía el avatar de pulga y eso me daba el ligero alivio que tal vez todavía tendría oportunidad de conservar el pellejo a salvo.

Lo demás se trataba de esperar. Los rehenes y comando permanecíamos en un plantón en la calle, ignoro si formaba parte de la protesta.

En algún momento nos daban instrucción se abordar nuevamente el camión, revisaba mi mochila, sólo traía libros y revistas. Me hacía falta mi computadora. Tomaba valor para preguntar por ella a una de las mujeres del comando y me decía que podía tomar agua y que mi computadora estaba debajo de la compañera que estaba muerta o dormía profundamente. 

Tomaba la computadora y la guardaba en la mochila. Subía al camión, entonces me quedaba claro que  viviría, que el comando respetaba mis pertenencias y que debía separarme de todo el mundo conocido para emprender con ellos un nuevo camino: el de la guerrilla.

Desperté atemorizada, pensando que no debí despertar por el susto y que mas bien debía regresar al sueño para ver de qué se trataba...


lunes, 11 de agosto de 2014

Agosto con a de acuerdos...

Y es aquí donde empieza. El cigarro mas dulce, la verdadera revolución, el transitar a ciegas. Empieza en ese murmuro que día a día nos pensará como el pudo ser.

Fue.

Este mundo empaquetado puso a nuestro alcance las más atractivas ofertas del mercado del amor. Ahora verás una milpa grandiosa; recogeremos los frutos de esta maravillosa estancia a bordo del viejo transbordador especial.

Regresamos al tiempo, estuvimos fuera un rato. No esperaba menos para mis añitos, este pequeño impulso de vida y la práctica pendiente de la verdadera autonomía.

Vencimos, estoy segura. Venceremos siempre.

Y todo este andar a cuestas apenas vacía su primera destilación. El veneno antes de llegar a la punta. Me deshice y estuvo así.

Nos quitamos esa venda de los ojos llamada hipocresía, moral y reflexión filosófica en turno.

Ahora seremos más los dos, refugiándonos apenas en la sombra del otro, como esas veces que las hormigas se acercan a los huizaches.

Simularé un perfecto proceso de celebración, de equilibrio y sobre todas las cosas de aprendizaje,

contundente y amoroso.


martes, 29 de julio de 2014

Tetris



La vida misma, Pedro.

Ahora sí te escribo desde la ciudad, la otra vez era San Luis y hasta hace poco Oaxaca e Hidalgo. Así ni cómo regresar, pensé. Pink Floyd nos acompaña. 

Supuse que no has apostado nada desde entonces, creo que yo tampoco. O tal vez sí, pero contadas veces y valieron la pena cada una a su modo. En una cosa no te equivocaste: "cada vez se siente menos", eso ibas diciendo mientras atravesamos la ciudadela la segunda vez que te vi. Entonces sí estaba muy triste. 

Me hizo gracia que me digas tristísima y desencaminada. Más bien la nostalgia se me ha pegado a los huesos. Verás, primero me senté a esperar casi un lustro entero, dividido en dos partes: en la primera parte cometí muchas idioteces, quise obligarme a creer en el amor doméstico, instalada en el pensamiento pragmático en turno, pero al final guardaba la clara sensación que mi vida se parecía mucho a un pastel mal cocinado. 

Por otro lado, en la misma primera parte, me leí de buena gana mucho de lo que me cayó en las manos, particularmente me gustaba perder horas en la vida de otros, leyendo sus tuits y micro universos; a veces atiné a entablar intercambios epistolares con hombres a los que admiré profundamente y supongo que quise todavía más. 

El punto fue que llegado el día esos amoríos virtuales eran eso, condena a no ser, improbabilidad, desuso, descostumbre, mal cálculo, leche deslactosada, retroviral de patente y lo que quieras sumar a la lista pues. Asumo que los autores se descubrían ilusionados de verdad sin nada en su corazón que ofrecerme. Bella contradicción. 

Y así, sin más, desaparecieron. Pienso que sentirse estúpido y amado, a quien sea que esto le pase, desorienta y mal viaja bastante.  La revolución (a la que se entra para no ganar, dices) a veces resulta mucho de beneficio para el militante común que colecciona amores libertarios como se coleccionan fanzines, pero nada más.

No sé si me estoy dando a entender, Pedro. Ahora mismo te escribo con la palabra que se configura después de hablar en espirales con gente valiosa, de voltear el mundo para encontrar asuntos bien básicos de supervivencia que tienen que ver sobre todo con el simple hecho de aceptarse a uno mismo. 

Estas líneas no quieren ser un juego de lenguaje confuso o retórica exquisita que me haga más interesante. Un día perderé chiste para todos, eso lo sé. Y no me preocupa. Más bien, mientras tanto, me propuse reventar cada burbuja de eso que se supone ser una buena mujer. 

En esto constó la segunda parte del lustro, en perderme nomás y las circunstancias ayudaron bastante. Perdí mi trabajo de oficinita sin sol, anduve un mes después en Canadá y regresé a la ciudad para corroborar cómo mi pseudo matrimonio (aunque bien nunca estuve casada) se había consumido por completo. Él se fue un rato y, a diferencia de otras muchas cosas, dolió muy poco; fue más un alivio y detonador de nuevos asombros. El camino de autoconocimiento ya avanzaba en otras direcciones, hacia adentro. 

Otros bailes llegaron, otras formas de resistir en cruel embate de lo cotidiano, otros dolores de pecho y almohadas apretadas bajo la noche que nada cuenta en invierno, otras noticias igual de peores sobre la salud de los más cercanos y así. Estuvo bien, el dolor enseña verdades genuinas, espero haberme transformado en una persona menos blandengue. 

Quizá ahora me crea más mis moralejas de animalitos, no lo sé. Un día sólo sentí necesidad de no estar periodos muy prolongados en la ciudad y cada que puedo me voy lo más lejos posible, a desdibujar los caminos que se me borran, pero cabal, hasta que no quede marca alguna, porque los recuerdos ocupan mucho espacio en el equipaje. 

Así me doy mis quienes contra el apego, en las carreteras, en solitario. 

Y sin prisa, tienes mucha razón, la prisa no sirve de nada. La última vez que hablé de ti a alguien primero dije que no tenía prisa y a la mañana siguiente cité aquello de "te tallarás el cuerpo con varios, ojalá que con muchos". Posteriormente transcribí al blog tu letra. 

¿Y tu libro? Lo visito frecuentemente, casi siempre en las malas, por encima de las buenas. Podría recitar de memoria algunos versos a estas alturas. 

Ese bálsamo de anormalidad nos mantiene vivos en algún planeta distante. Como se mantienen vivos José Cruz y la mujer liviana, los cínicos y la putas, la montaña y su eterna historia de amor con las nubes; la desdicha de todo el universo y bueno, usted me entiende. 

Año 20 del inicio de la guerra contra el olvido.  Ciudad de México.


Lucía




miércoles, 16 de julio de 2014

jueves, 3 de julio de 2014

Diplomacia

"Mi queridita y acuática:

En el infierno, fingimos cómodamente nuestra estancia en el mundo. La oficinita se convierte pues, en la única y mejor trinchera desde donde lanzamos impetuosos -e infructuosos- proyectiles tiernamente teledirigidos a ridículos planes. Tememos no temer. Ni tener.

Cierto es, que los días aciagos son un ángel no invitado que no nos molesta más. Uno quisiera permanecer atrincherado y así, evitar el cursi y tormentoso paso del espinoso pensamiento en turno. En su lugar pretendemos -con cierta maña- acompañarnos solitarios, cansarnos, desfallecernos en el desencuentro y, entre rumbas y alcoholemias ahorrarnos la melancolía y hacernos más soportable -y bailable- el paso de las horas.

Le decía yo, my boss bunny, que en este tren las intenciones no pasan desapercibidas. Otra cosa es que para desatendernos tengamos que chiflar tristemente en el vagón de las imposibilidades. Ya ve que nos la pasamos hablando de los otros, como si tal cosa fuese un bálsamo para nosotros, par de extraviados. Y usted, que me entiende a su manera, seguramente tendrá el cómico gesto en esa cara malévola que nos quiere vender.

Yo comprendo que su sagaz mirada responde más bien al desinterés de andar por ahí de romántica con quién sabe qué desdichado cristiano y evita, en la medida de lo posible, ser la mujer fatal que en el fondo le disgusta.

Pero sé que usted, mi lugarteniente, mi mandamás coincidente, es la breve vie doce que me salva en los pasillos de alfombritas acarameladas; la cuerda floja entre el café chatarra matutino y la inevitable desolación elevadoriana de despedirme, diariamente, de su muy acelerada e insegura diplomacia. 

Y es que de alguna manera en el intento, fingimos trazar planes, desbocar el tren, descarrilarnos en favor de lo que vendrá. Aunque en verdad usted y yo sabemos, que el tren partió sin nosotros.

Le propongo sin más, cambiar de transporte.

atentamente:
Su Inconsciente Insubordinado"



P. PALACIOS
2 de septiembre, en Pasado meridiano, p. 40


Regresar a Pasado meridiano en distintos momentos de mi propio personaje, porque como decía aquél amigo ni tan cercano, hay soles muy altos.

Pienso que hay atardeceres violentos, adioses y resplandores recargados en los autos viejos, dispuestos para recordarnos lo imprescindible del discernimiento para no confundir, vuelvo a citar, entre lo que es del corazón y lo que es de la mente, lo que es del amor y lo que es del deseo, lo que es  medicina y veneno, lo que es el anhelo muy diferente a lo que pertenece al orden de la visión.

My darling, my darling...

It's the wrong music, you know it.

-Esta claridad nubosa se anuncia como visión resplandeciente... ya lo verás.




domingo, 15 de junio de 2014

Ojo de dios

El cometa 2+7 deja ver su cola de brillos que al pasar por la madre tierra cierra las heridas, cierra los ciclos, cierra las estaciones; precede al inicio de nuevas etapas. 

Al mirar la luna llena, el que es capaz de contemplar, sea él o ella,  guía su corazón por la música de abajo; poco a poco se desprende, se incorpora como hombre hecho, cuya existencia conecta con el fruto sagrado del amor y las gotitas de lluvia que harán crecer las milpas más allá de la medida entre la tierra y mi cintura. 

Y esa mujer o ese hombre acuden al llamado de su propio espíritu, nombran la calma, la convocan juntos. Aprenden a soltar y a fluir, aprenden a sincronizar su corazón con el árbol, con la hoja, con los tambores. Hay una fiesta de gozo e infinito amor en su interior. 

Recuerdan y se asoman a sus propios abismos, miran en su reflejo luces espectaculares, se han despedido hace rato de lo que no volverá a ser jamas. Saltan del desencuentro al destiempo sorteándose como en un baile sobre nopales y no caen. No podrían caer ya. Tendrían toda la calma de una vida para levantarse si así fuera.

Buscan al hombre-sabio, han estado con él en la isla de los alacranes. Aquel mago tiempero ha mojado sus pies y sus ojos, también ha depositado bendiciones sobre su instrumento de trabajo. El agua renueva, permitirá seguir caminando, permitirá abrir paso a la visión. Así sea.

El tiempo está en manos de la mujer o el hombre que ha llegado a la conciencia, no tiene valor ni corresponde al orden del capital. No son cinco años o setenta.  

El tiempo es ahora un poco de sangre de venado hecha polvo que soplar, el tiempo es ahora una vela encendida, el tiempo es ahora una mordida de chocolate, el tiempo es ahora unos cuantos granos de maíz criollo. 

Animoso cura el tiempo, desde adentro.  Se anuncia ante los ojos de esos hombres y los libera, mientras ella suelta las hojitas enfermas de todas sus flores y las mira irse como lágrimas que encuentran su fluir en un río generoso, azul y cristalino.

La ofrenda está hecha, su fuerza los habita. 

Gracias, amado universo.


martes, 10 de junio de 2014

Notas mentales, calaveras y diablitos

Dos meses sin supermercado, las provisiones se acaban, el trabajo se amontona, el mate con miel no me sale, los libros suspiran, las plantas resisten, la violeta florece, las fotos se ordenan.

Los amigos están cerca. El tiempo redime. El aprendizaje es colectivo.

Zapateamos hasta tarde,  el baile encuentra. Yo a vos no te creo nada, cómo vos vas a creer en mí.

Necesito dinero, un corte de cabello, concentración profesional, aprender del cardamomo, tener noticias suyas, verdades o mentiras. Quiero ir a nadar, luego echar cumbión loco, danzar como insectos, quedarnos flotando en una panguita el uno junto a la otra, calladitos.

Quietecitos como hongos. Éste es un asalto. Otro salto cuántico de torniquete. Es la armonía del planeta, toda la furia de Brasil que crea. Bellísima entropía.

Cubierta de mis veintisiete, lo que construye por encima de lo que pertenece.

Me acomodo a lo que hay. Es-toy-en-ca-sa.

La vida es para vivirla mejor...







lunes, 2 de junio de 2014

El espíritu bobo de otra anécdota anarquista


(¡Feliz bicentenario, Bakunin!)


No era necesariamente lo que he decidido llamar anarcolover. Es decir, no era el tipo de persona que explota cotidianamente su perfil anarquista para llamar la atención de jovencitas impresionables. 

Tampoco era un anarquista de bloque negro común, solidario con las causas de otros grupos; por ejemplo no era de los que habría propuesto dinamitar los centros comerciales de la ciudad como protesta y renuncia radical a los acomodos del sistema. No colocaba bombas en el congreso, así de grande era nuestra mala suerte.

Mucho menos era anarco-comunista,  su casa no se ubicaba en una torre working class ni coleccionaba afiches de todos los tiempos que reivindicaban su hacer y ser anarco: banderas rojinegras anti franquistas en la sala y comedor, fotografías de levantamientos populares, stickers de jornadas anarcopunk, camisetas o llaveritos de recuerdo con la sonrisa de Kropotkin bien grande al centro.

Ni era el jovial anarquista popular en las filas de la academia. No quería escribir un libro de anarquía a sus relucientes diecinueve años. No quería graduarse de la universidad como anarquista bajo la tesis anarquía del post trauma, o citando a Prudho, o citando en sus redes sociales a Malatesta, o citando incluso a Flores Magón porque venía de un pueblito muy humilde que un día tan tarán.

No organizaba fiestas temáticas bajo el concepto politizante: ¡ANARQUÍA POOL PARTY!

Vaya, hasta  se dudaba que este hombre en verdad fuera anarquista. 

No tenía problemas con la ley, no era perseguido político, no lo habrían capturado el uno de diciembre, no guardaba simbólicas afinidades con el mundo cibernético, no cultivaba su propio maíz. Nada.

Y una mañana no llegó puntual al desayuno de los lunes. El plato frío lo esperaba en la mesa y casi una hora después se hizo presente en el comedor. Traía sus ojos de siempre y el corazón fuera del plexo, hecho añicos. 

Comió de mala gana. Era un niño perdido que lloraba casi demasiado. 

Toda la tristeza del mundo estaba ahí con ese arroz y plátano frito. Los amigos más cercanos habríamos querido saber cómo abrazarlo. Abrazarlo y nomás, sin que ello supusiera una ruptura con las fuerzas anarquistas ocultas. Algo pues.

Una de nosotras rompió la escena dramaqueen antes de que todos nos soltáramos a llorar también. 

Y le pedimos que nos contara.

En sus propias palabras, todavía incandescentes por el llanto, "lo verdaderamente doloroso era que ella nunca iba a darse una oportunidad de estar bien". Y querer a ciegas.

Le dio una mordida al pan y siguió tragando. 






jueves, 29 de mayo de 2014

Tarde de poemos solitarios

No quiero salir todavía, tengo frío, la garganta seca, muchos recuerdos en desorden cronológico, me duelen las piernas de correr a ningún lado.

No quiero saber de ti ni de tu improbabilidad.

Allá en la sierra alguien suspira, teclea, ve la noche caer y dice:

Háblame
aunque estés enamorada
o escurriendo moco
o llorando mezcal
o bebiendo lluvia
o derramando temblores de luz
o durmiendo con la pijama negra sin decir nada
o cosiendo corazones de colibrí en tu blusa

o recordando cómo olvidar
o tejiendo recuerdos

inexistentes...





domingo, 11 de mayo de 2014

Dos

Love, it was enough to recognize
to see, I was the reason you feel sick inside

   


De cuando el planeta convocó a asamblea
y las tres de la mañana temblaban
entre ráfagas de silencio alborotado,
scraches y acciones directas urgentes.

...

Me parece que estamos sembrando
una parcela de posibilidad
detrás de esa montaña y su rugido absorto

este ahora germina el azul del caos
su negra semilla,
la embestida de las horas
siempre tiernas.

Te abrazo

me abrazas

y miramos

los gemidos del mar y sentimos
esta cercanía tiempera que concede
una noche la suerte de gritar colores.

...

La madrugada tiene fiebre,

quisiera verte reír así mucho tiempo
pero cuál tiempo.


Nosotros

tenemos pase de abordaje
a otro de esos paseos lunares
con su plaza de santo domingo
mientras el sol rabioso presagia
diminutas muertes.

Escondemos el dolor
y la tristeza del mundo
la hemos robado,

ahora somos verdad pero cuál verdad
y somos religiosamente
el experimento más peligroso
in the history of science.

...

Escapamos de enunciarnos
y siquiera decirnos

huimos errantes ya cuando amanece

abordo de esa nave que tiendo a llamar:
nuestros extravíos comunicantes.

El universo paralelo en turno
nos recibe con un generoso apocalipsis
de tonos galácticos

envolventes  y brutales

...

cambiamos

caemos



hemos blandido la espada de la justicia
pero cuál justicia.

...

La inútil guerra de los opuestos
termina en nuestra carne.
Somos la balanza que coloca
lo posible y lo imposible
en la misma línea
en dos puntos equidistantes
del mismo espacio,
la misma tierra,
la misma estrella

que asciende ya sagrada
y nos deja abiertos como flores.

jueves, 8 de mayo de 2014

Uno

Uno es en su lugar con los suyos, uno es ahí en ese lugar y ese tiempo. Hasta que llega el momento de partir con vuelta o sin ella. O sin el compañero que nos puso la mitad del corazón entristecido. La otra mitad ya la estamos curando con cantos que traen lluvias y muy otros temblores. Sobre la tristeza que se alza la rabia y crece alta y digna como el fuego de una fogata en la montaña. 



Ahora sí con sus propios oídos y con sus propios ojos ven lo que nosotros siempre hemos dicho. Ellos escuchaban en discursos y todo eso, pero ellos a lo mejor no creían. Ellos pensaban que los zapatistas estaban en las montañas, así lo dicen ellos, nunca pensaron que los zapatistas somos de carne y hueso y somos seres como ellos, que estamos en las comunidades y que nos estamos organizando. 
- COMPAÑERO GALEANO  


martes, 8 de abril de 2014

El mundo se autodestruye

Siempre he propuesto que la vida grupal espanta, por lo menos poniendo en perspectiva el contexto neofascista que caracteriza al post-capitalismo del siglo xxi.

No, no es cómoda. No, no es grata. No, no es agradable.

¿Entonces por qué nos esforzamos en construir lazos solidarios y colectividades?

Un escalón arriba del ocio está la respuesta, pero deberíamos partir de cierto punto en particular: la solución a todas nuestras preguntas no es socialista. No convive en una comuna con nuestros gatitos y perros y novios y novias.

A mí se me rompe el corazón cuando pasan los meses y las bonitas amistades que dieron paso a imaginarnos otro esquema de vida, coinciden con uno únicamente un par de veces al mes, en asamblea.

Desde mi punto de vista una afectividad saludable es necesaria. Repoblar el mundo de amor es obligatorio. La ternura hacia los de adentro y la rabia hacia los de afuera es irreductible. 

Hay que insistir, mundo autoinmune. 


jueves, 3 de abril de 2014

Final cut

No es fácil despedirse de aquello que nos nutre el espíritu desde bien abajo. Se acabó el invierno y sus mareas y constelaciones, seguro para dar paso a nuevas cosas igual de geniales.

Hay que seguir trabajando. El cuerpo quiere seguir protestando y construyendo y habitando la palabra posibilidad. El encuentro es posible. La magia es posible. Las conexiones son posibles.

Echaré de menos su palidez unos días más. Y en un suspiro lleno de asombro intentaré descolgar nuestras extrañas cercanías de los calendarios.

Las transiciones son así, que nos queden y allá una mañana llena de neblina nos acumule en un infinito

     instante.


martes, 1 de abril de 2014

El día a día

...


este es mi día a día 
mi cotidiano
esa casa grande 
diurna-nocturna
sístole-diástole

es mi día a día
es sagrado
como esos amores
y esos rincones
en los que no pude
sino llegar 
de madrugada
a solas 

en medio de la nada
para escuchar
cómo los pájaros
cantaban

...

es mi día a día
el necio debate
pasado-presente

el sueño recurrente
de temblores
miedos
y olvidos
y alborotos

...

es mi día a día
la enloquecida manera
en que sobrevivo

una entropía
dos caos
tres posibilidades

inútiles números
otras historias

utopías tristes

girones de niebla

soledades a oscuras

lejanías inciertas

peores trayectos


...


es mi día a día
respira y se abre
como aquella vez
que casi te amaba

o aquella otra
que siempre quise

en lo indeleble 
de la memoria

lunes, 17 de marzo de 2014

Recuerdo 72137

¿Por qué hay días así de geniales?

Bien, haré una nota al respecto.

Estábamos hace unos años metidos en ese coche blanco que se desmadró no sé dónde. Ya habíamos salido de San Pablo, de estar con Naye y sus hermanos.

Él traía en su guantera una bolsa con cartones de lsd. Me adelanté y cometí la babosada de pedir muchos días así de geniales. 

Luego él salió con el reality check: "no todos los días pueden ser así" (de geniales).

Creo que lo entendí y al pasar de los años me doy tiempo para ir a los mariposarios con mis amigos, me doy tiempo para tomar el sol en Chapultepec, o para transitarlo de noche a escondidas de los vigilantes. 

También me doy chance de convencer a la gente que quiero de insistir en sus talentos aunque la cámara para ejecutarlos cueste mucho varo. Me doy tiempo para que la mamá de mis carnalitos nos haga tortas geniales de almuerzo.

Avanzo los metrobuses con una guitarrita azul y una caja de chocolates. Uso el metro escuchando rap bien fuerte y fantaseo. Uso gafas negras. 

Llego a la casa del colectivo para ver en qué se puede ir avanzando. Últimamente pienso muchas cosas en grupal y recuerdo con agradecimiento y cierta nostalgia todas las enseñanzas del morro del coche blanco.

Es verdad: no todos los días pueden ser así de geniales.



martes, 11 de marzo de 2014

La resistencia...

La resistencia de los pueblos claro que nos da vueltas, y que nos siga dando vueltas que nos toca a nosotros abrir en el ahora el tiempo que se expande hacia el centro de si mismo
por donde regresamos al alba. 

Te agradezco aun más tu palabra que se esfuerza, como se esforzaron aquellos en la montaña, por encontrar el tacto, la superficie donde se palpa el oscuro latir de la esperanza. 

Salud! Por una larga caminata en la selva del lenguaje.

JUAN MANUEL SEPÚLVEDA 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Miércoles de dark side





Pesadilla # 1:

Sueñas que vas con alguien en el metro cantando las de "josé josé", qué intérprete tan conveniente. Y la persona de al lado se desdibuja para convertirse en alguien más. En alguien que no querías pero sí querías que fuera.

Pesadilla # 2:

Vuelves a soñar. Es como el inception de los días malos. Ahora sueñas con tu pueblo y a lo lejos ves pasear a dos fulanos por las aceras que tú deberías ir recorriendo tranquilamente. Pero no. En cambio llega a ti una imagen bastante paranoica de esas mismas dos personas y piensas que quieren hacerte daño. ¡Pero a qué estamos jugando! ¿Complejo de Electra, eres tú?

Pesadilla # 3

Como dormiste el doble, llegas tarde el doble. El trabajo te tiene cagada y no precisamente despierta. "Eres irresponsable, te acomodás en tu lugar de empleada, cuando te lo proponés eres la mejor en lo que haces, te sabés buena, eres irremplazable, bla, bla, bla, bla

Pesadilla # 4

Te cuesta exactamente 420 mil varos ser violada de estado, ser presa de estado, te cuesta ese monto ser liberada a los ojos de un sistema que evidentemente no conoce la libertad. El trending topic se muestra agradecido, feliz, victorioso. Te repites que hoy eres más libre, en algún remoto rincón del más paralelo de los universos, claro. 

Pesadilla # 5

Adiós Luis Villoro, no se perderá de nada. 

Pesadilla # 6

Allá alguien que quieres está muriendo de dolor y no sabes si por el dentista o por qué, pero te preocupas porque tu sobreprotección idiota te lleva a preocuparte, a preguntar, a intentar no suponer. ¿Pero estará bien? ¿Y si no? La operadora dice que esperes a la próxima semana.

Pesadilla # 7

Se te ponen los ojitos brillosos y todo, pero ya no recuerdas cómo soltarte a llorar.


martes, 4 de marzo de 2014

domingo, 2 de marzo de 2014

La ya conocida y muy estúpida sensiblería de marzo

Para el paisa que ahí anda..


A continuación un obsesivo despliegue retórico, muy inútil, que argumenta por qué debemos creer más en la quiromancia, la cumbia, los dioses aztecas y los astros-boys. 


No todos los días reconozco que cometí cagadas, no todos los días sostengo de frente mis mentirotas, no todos los días miro a los ojos a las personas que amo. No todos los días puedo verte reir. 

Ni todos los días lloro, ni todos los días te extraño, ni todos los días imagino cómo habría sido de otra manera, sin mis cagadas y mentiras y pretextos y contradicciones.

Ni todos los días te encuentro tan exquisitamente tú,  ni todos los días puedo arreglármelas con tus modos y formas, ni todos los días me doy por vencida ya entrada la noche para reconocer que nos perdí. Ni todos los días desbarato el pasado. Ni todos los días te quiero en mi presente,

A-H-O-R-A

R-I-G-H-T   N-O-W



Ni todos los días me haces un té caliente. Ni todo los días te comparto mis textos. Ni todos los días bailamos, ni todos los días me quedo así de triste. Ni todos los días me gobierno con esta prudencia de salir volando a ese hogar que habitamos 

imaginariamente

hechos y vivos

en la palabra del otro.








Entonces supongo que hoy fue un domingo con suerte...











viernes, 21 de febrero de 2014

-

Todo lo que se ve partir
regresará

con la forma de las aves extendidas
con el candor del río tibio

con la impaciencia de los meteoros

entre cada manecilla
de un reloj empedernido





miércoles, 19 de febrero de 2014

Stuklijteklumaltike



¡Vivan los guardianes y guardianas de la escuelita zapatista!

¡Viva el trabajo colectivo, el saber comunal y la producción de sentido autónomo!

¡Viva la defensa y construcción del territorio!

¡Vivan los presos y presas de conciencia!

¡Viva la sensibilidad de donde nace la resistencia!

¡Vivan las autoridades en defensa de la tierra y cada rincón digno de la patria!

¡Vivan los originales de san andrés, sus corridos y bailongos!



Para Faustina y las hermosas mujeres que resisten. 

Cuando volvimos de aquel caracol sagrado con el pozol en las entrañas y los kilos de frijol en la espalda y los chayotes tiernos en los corazones, me atreví a pensar fuera del absurdo cotidiano por un instante. La necedad dejó ver el lento proceso de asimilar las cosas. 

Los tiempos de la tierra, sus pausas universales, cobraron forma de pregunta y de terceros. A la primera oportunidad los compas preguntaron y cómo te fue y tal. Sentía que tenía nada para contar, incluso se asomaba la sensación remota de haber reprobado el primer grado de la escuelita zapatista. Lo poco para contar era aparentemente trivial y simple. No había palabras pues.

Había camino por delante, chinguita diaria, renuncias definitivas "al fantasma que degüella la esperanza" dijo aquel.

Un compa escuchó lo poco que traía en la cabeza aquellos días  y me dijo que confiara en las lecciones aprendidas, algo así como que no había reprobado el primer grado de la escuelita zapatista.

Dos caminos se cruzaban: el camino de las compañeras, su delicadeza, sagrada toda; y el camino de la tierra. 

¿Por qué? Bueno, este periodicazo lo explica mejor, creo  http://www.jornada.unam.mx/2010/04/17/milpas.html

Entonces la memoria me atracó  esta noche de regreso a casa y acá ando, Faustina, pensando en ti. Qué tiempos harán en la montaña, cómo estarán tus hermanos pequeños. Qué silencios aguardas con tus ojos gigantes...

Compañerita, la extraño.

La dibujo entre la ausencia. Algo me da con inquietud porque no sé si vuelva a encontrarla. Dicen que nunca se está demasiado lejos y segura estoy que usted anda por ahí volando. Entonces puse el casi último itacate de frijoles gigantes y morados, serán para compartir con varios pelados de acá como usted dijo. 

Acá traigo su palabra, su no palabra, su silencio y su sonrisa.

Entonces hay que luchar contra el apego, y usté para eso es la maestra más maestra de toda la galaxia. 

La atesoro en mi memoria, y eso por que el sup lo sugirió, pero luego la dejo libre porque atesorar no sirve de nada. Pero luego usted vuelve en forma de sueño y escogemos los hilos precisos para hacernos faldas chamulas. No sé si me estoy dando a explicar compañera y disculpe porque seguro no.

De este lado hace mucho ruido, apenas comprendo su silencio y las preguntas aparecen del diario pero me da pena preguntar a lo mejor porque eso se responderá en otro curso o porque no le corresponde a usted contestar. 

Y algo más compañera, sepa que este escribirle a la distancia, así tan cursi, respeta toda su autonomía. Ni se vaya imaginar que añoro cada día volver a su lugar,  ya como dijeron en la plenaria: la escuelita forma estudiantes no amistades.  ¿Pero si no fuera cierto? ¿Y si usted me robó el corazón así de una? Como amiga soy de las peores y así le insisto que por usted haría el más grande esfuerzo. 

Ya como me diría otro compa del que otro día le platico: y si no me cree a quién le miento.

Me imagino a usted envuelta en su proverbial silencio para decirme despacito.

Sea despacito pues. Más despacio que piscar frijol con su tía y su abuela. Más despacio que mirar a los hongos crecer. Más despacio que esta vida fugaz que pareciera no alcanzar para ni madres. Y usted es bien joven Faustina, qué le voy a contar... no se pierde de nada, en cambio, acá los veinte pelados de los que le hablaba sentimos estarnos perdiendo de todo.

¡Y ahora imagínese el miedo de estarlo olvidando un poco en cada trayecto! Entonces, para que algo de usted siga coloreando cada día este opaco distrito-policía-federal, pongo por acá la carta que ya sabe. La misma que puse en sus manos de puño y letra como acordamos.

Por cierto, ya no estoy enferma de la panza, pero el kompa que nos acompañó al hospital andaba bien malo estos días así que le compartirmos tintura en un té cargado a ver si se aliviana.

Kolavalik.






Así se sembró el silencio

Hoy es mi último día en la casa de Faustina y Daniel, nuestros guardianes de la escuelita zapatista. Debiera decir que hoy es nuestra última noche en esta casa que es común, en este planeta que alberga a la familia más hermosa. 

Pensaba en las compañeras rebeldes, las pensaba en medio de la lluvia, apareciendo en la neblina con los pies limpios, brillantes y bellos. Las pensaba valientes, de pie en el frío.

Las pensaba porque Faustina me mira y ríe. La pienso a ella con sus tobillos fuertes y su cuerpo redondo, la pienso detrás de su pasamontañas.

La pienso libre, autónoma.

La pienso cuando le he escuchado decir que no quiere hijos y no quiere marido. ¿Escucharon?

La pienso clandestina con sus ojos enormes, con su boca grande que a veces sonríe. 

Pienso en ella, mi guardiana, guardiana de todos, guardiana del mundo.

Y mientras el abuelo fuego eleva otros rezos para cobijarnos esta noche de frío, en esta cocina de leña, también pienso que éste y no otro es el momento que atesorará la memoria.

La memoria canta como canta bajito la pequeña Yolanda con esa jaqui en las manos, como dijo Ricardo para que no estemos tristes.

Y mientras pienso en nuestra votán, también sé que es hora de despedirse...

La pienso a ella, rebelde e insumisa, con la casi certeza que ella también somos todas.












San Andrés de Los Pobres - Ciudad de México, 2014









lunes, 17 de febrero de 2014

lunes, 10 de febrero de 2014

Y en tiempos de lesboterror

Comunicado desde el lejano planeta de los nuncas:

La paradoja es que ojalá se nos hiciera de nuevo anoche para que nunca se nos haga mañana. Ya lo dijo Albert Plá: no hay nada más bonito que venga un pajarito que te diga hola amiguito:

te vienes a volar conmigo.

Es pregunta.



¿---------------


--------------?


-------¿?-------




Hace unos días me mordió una aguamala y recordé la vez que un morro preguntó por whatsapp si ya desde temprano andaba lesboterrorizando al barrio. Las aguamalas son el lesboterror.

Hice un poco de memoria, hacia el otoño de los nanches o algo así. Después de la taquicardia, temblores y sudores ilegales pensé: es verdad, lo estamos lesboterrorizando.

Somos dos aguamalas. Imagínate que fuéramos un contingente de trescientas aguamalas anarquistas y radiantes. Somos aguanieve de aguamala, mala, muy mala.

Quizá seamos helechos gigantes. O helechos el uno para el otro. Vayamos a saber.

Electricity downloading: 

fuera 
del tiempo 
is the key









martes, 4 de febrero de 2014

DF

La ciudad y su fastidio me recibe con los brazos abiertos. Tomo manzanilla para no morir, el skype me espera y pienso con desgano desde cuándo me gano la vida haciendo presentaciones idiotas para clientes que quieren anunciarse en las revistas más snob y más caras de la galaxia.

No me hallo, será que es el primer día en casa o jaula o cueva, no sé. Hace poco conocí a un fotógrafo con un trabajo de veras relevante, ha levantado imágenes a manera de registro comunitario, principalmente en Chiapas.  Con tal particularidad pienso que debo hacer espacio para su seminario de antropología visual el siguiente miércoles. Apreciando sus imágenes me encuentro con la manera en que abandoné la fotografía y me da vergüenza. Ese transitorio debe concluir.

Tal compa me dijo "ojalá no te halles para buscar en otro lugar". Y es cierto. No me pone feliz que luego de dos meses yendo y viniendo por aquí y por allá, la violeta esté marchita y no halla cena caliente ni sobrinos ni abrazos y ojalá nada más. Estoy sola y lo asumo. 

Después de todo, la gente sigue sin entender que uno vuela porque no tiene otro rincón a donde parar. Que irte con alguien, desaparecer con alguien, no implica buscar la oportunidad de tu vida para acostarte y pasarla bien. Desaparecer tal fin de semana implica quitarse lo triste un rato, reconocer que uno es bobo, buscar un horizonte mejor donde no se le hace daño a nadie y esa certeza es valiosa.

Pero la neurastenia del mundo es mayor, así parece. 

Esta casa no sonríe, cicatriza. Vuelvo a los poemas de Pedro Palacios, indicador que la nostalgia es mayor pero contiene.

Y no es por andar haciéndome la ruda por ahí, me disgusta eso. En realidad algunas ausencias duelen. La tristeza abarca que un día alguien deje de enviarte correspondencia, por ejemplo.

La geografía que me espera tiene que ver con documentalistas extranjeros a los que no conozco, con otra edición del ficunam, con los tiempos de siembra, con deslindar la tierra, con el saber comunal y la casa en calzada de Tlalpan. Tiene que ver con los compañeros presos como Yakiri y Mario. 

El calendario me entregó mi primer trabajo para televisión estatal y las olimpiadas de invierno. Triunfé como #godínez, aunque ciertamente no deberían contratar jamás los servicios profesionales de personas así de desequilibradas como yo. 

El té caliente reconforta. El ego, con este poquito presente, debe aprender a reconfortarse también. 


sábado, 1 de febrero de 2014

Ternura do fogo

Solíamos corretear sombras e inventarnos recuerdos del otro lado del mundo, en ese angosto presente donde existimos. 

Nos amábamos de mañana como dos desconocidos. Con mucho valor, él destapaba galones enteros de gasolina, rociaba un poco por la memoria, otro tanto por el dolor; grandes dosis por el pasado y más sobre nuestra risita triste de siempre. 

En tanto yo corría a la cocina por aquella caja de cerillos y llegaba puntual a la habitación renunciando a cada futuro de nunca. 

Luego nos decíamos adiós en el momento justo que todo se incendiaba. 

jueves, 16 de enero de 2014

Comprendo

Comprendo. Abrimos los ojos y despertamos al absurdo, nuevamente a las flamantes tarifas del metro, a nuestra cercanía incorrecta, a lo grave que es escribirte de mañana con un café que no responde.

El presente nos despertó a 1ºC, volcados en sábanas que no queríamos, con esa compañía incondicional que soporta el ego maniaco que se altera gritando quiéreme. O necesítame.

Las lecciones apenas son eso, un recordatorio de lo que no puede ser porque no hay manera, y no hablo de esos amores platónicos que vamos coleccionando como obsesiones para creernos que hemos sentido. 

Y es más, es mejor quedarse en silencio, observarte así y asumirme así: sin posibilidades. Porque siempre nos depara un cotidiano que todo lo jode, una esposa madre de tus hijos, una compañera de hace un sexenio, una familia con las expectativas más grandes del universo, un novio idiota, un matrimonio por conveniencia, un amo y esclavo de toda la vida, un optimismo recién desempacado. 

Pero el asunto cobra complejidad. ¿Y si lo replanteamos? ¿Qué pasaría? Qué sería si un día apareces por aquí haciéndote el chistoso. Dime qué pasaría si sujetamos este excitante pincel de invierno para pintarnos acuarelas. Si vienes o voy pero sobre todo si nos preguntamos qué queremos. Otra vez, después de esas estructuras sistémicas roídas y costumbres que están por desmoronar nuestros mejores tiempos.

Si intoxicamos a los vecinos y nos tocamos con cinismo entre la lavanda y los retenes. Hay demasiada policía en la ciudad ¿sabes? Y pretextos.

No hay tal. Los asuntos domésticos me parecen vomitivos, los desayunos tibios me provocan un poco de náusea, lo digo con el amplio conocimiento de las sillas azotadas, de los trastes sucios, del qué haré con esta cueva que en unas semanas va a quedarse medio vacía pero llena de asombro e historias más íntimas que me permitieron, por fin, relacionarme con el mundo.

Yo tampoco sé. Sólo una cosa: no quiero que esta pequeña balsa se inunde de habitual normalidad. Y ahora que lo encuentres, que lo comprendo y lo digo, piensa en lo que éramos antes cuando las semillas y despídete de mí frente a toda esa gente que mira en el vagón. 

Por cierto, el té de mandarina fue un desastre...