jueves, 25 de junio de 2015

Pura biología

Una vez finalizadas las respectivas pausas en nuestras vidas de recabrones, 
ahora que somos nada y más que solitarios
 pero cada vez más nosotros mismos, 

 se asomó la luna detrás de tu cortina improvisada
para decir que disfrutáramos tantito.

No hubo de otra ni que hiciera falta.