miércoles, 23 de febrero de 2011

Arruyo en la sierra

Cada mañana
tu rostro aparece en mi sueño
dos ojos felinos cautivan mi paso
camino al despertar
entre bosques y puertas
me pregunto qué vereda tomar
el sendero que lleva a tus brazos
un arroyo que lleve a tus labios
si no he de regresar -mujer-
mi camino es olvidar...
los senderos se hacen oscuros de noche
pero llenos de luz los días
quien inspira es quien me acompaña
en las caminatas no necesito ver tus ojos
no necesito acariciar tu rostro
tengo la montaña que me abraza
los pájaros que me llaman
cuánto verde se mueve
amarillo que vuela
el rojo, un recuerdo que florece
CANCIONERO

martes, 22 de febrero de 2011

Prescripción médica

Necesito moverme hasta que amanezca. Necesito baile descomunal de alientos frágiles. Sin sexo, sin bocas, sin frases tibias; sólo baile. Sin luz, sin aire, sin dolores diafragmáticos, sin memoria.

Bailar en drogas, acercarme a un cuerpo, quedarme atrapada en la pista, sacar la cadera de su eje, soltar las manos al universo.

Anoche estuve recordando una fiesta de hace meses, de exorcismos y samba brasileña, me reí conmigo.

Se me acumulan vallenatos, sones, cumbias, salsas, merengues y reguetones, se me acumulan momentos hiphop, lotus flower, younger y chemical brothers. El deseo me parece ahora un poco de aire fresco levantándome la falda.

Mirar... extraño mirar los ojos del que está ahí bailando, mordiendo la indecencia con las pestañas.

Tal vez unos cruces de electricidad, un Salón Maraka, dolor de zapatillas al día siguiente o femorales. Rave improvisado, noche de jaranas. Cuerpo hambriento, corazón amordazado, sudor detrás de los poros reclamando su espacio...

lunes, 21 de febrero de 2011

Algunos apuntes sobre Presunto Culpable


El documental es un término torpe, pero dejémosle que se desarrolle.

El viernes pasado salió a salas la cinta Presunto culpable, documental mexicano realizado por los abogados Roberto Hernández y Layda Negrete que denuncia en detalle el proceso penal de José Antonio Zúñiga, un vendedor ambulante y compositor hiphopero a ratos libres.

Aunque la película terminó de producirse en 2009 y ya recorrió distintos festivales cinematográficos, apenas entró en contacto con el grueso de los medios y población. Ya venía yo insistiendo desde hace meses en el valor incalculable de este ejercicio audiovisual, pero no me detuve a escribir de ella hasta ahora, sorprendida por la cantidad de matices que se han puesto en la mesa para su análisis y crítica.

Bien, me sumo pues al despliegue mediático tomando como punto de partida las anotaciones de los colegas reporteros y editores de la fuente; hasta el día de ayer a la media noche, circulaban por internet distintos esbozos de análisis sobre la cinta, todos me parecieron mediocrísimos.

Hubo quien tomó como punto de partida la costosa campaña de publicidad que hace retaguardia al filme, quien desacreditó el ejercicio frente a la cantidad de documentales mexicanos manufacturados en el país los últimos diez años, pues la calidad de Presunto culpable “no compite ni remotamente” con tal o cual cinta; y hubo también quien alcanzó a decir “¿y qué, ahora que ya vimos Presunto culpable tenemos que envolvernos en la bandera y tirarnos del risco?”

¿Qué les pasa a los reporteros y pseudocríticos cinematográficos? Si bien es cierto que en México desde hace un buen rato no se leen plumas comprometidas con el cine nacional, para esta ocasión me parece que en verdad no se han medido.

¿Qué se dice de un film? ¿Qué fue susceptible de observar su realizador? ¿Qué hace el espectador frente al producto? ¿Qué modo de vida promueve la película? ¿Cómo construye la verdad el director y con qué postura ética y política? ¿Qué posición moral plantea el realizador? ¿Cuál es el valor de la película como producto económico y como producto social? Todas estas son preguntas que aún no son contestadas del todo frente a Presunto Culpable.

Asumo que la falta de profesionalización de la crítica no les da pa más y francamente es una pena porque de ser tal la propuesta, Presunto culpable podría dar la pauta para un cambio de paradigma en la cinematografía nacional. Es triste que a la película antecedieran comentarios que la han criticado por no cumplir con la vocación técnica que el-gran-cine debe tener.

No sé, anoche que me senté a ver el documental lloré mucho, me dolí en la realidad de los compas cerezos, enjaulados con todos esos talentos, perseguidos por no ajustarse al sistema de pensamiento hegemónico, amontonados en una pocilga, puestos ahí -la mayoría- con delitos que les fueron sembrados para no ser una amenaza afuera; banda que sueña igual con tener un hijo o con prometerse amor en un bodorrio comunitario. También lloré de verle la cara a los ineptos que le llevaban el caso, sentí asco por el aparato de justicia mexicano. Todo el tiempo pensé en esos cerdos, ellos deberían estar entambados, sus crímenes son más grandes. Poner este tipo de apreciaciones en el post no me coloca por encima o debajo de quienes han escrito más sobre ella. En todo caso, supongo que el espectador mexicano común puede percatarse sobre los detalles que comento y mil más.

¿Qué pasa? Pues que las negociaciones de esta película con el público tienen una intención política clara, el discurso es provocador y cataliza muchos pendientes más, no sólo con el dinosaurio judicial mexicano, también reitera la necesidad de un cine hablado en nuestra lengua, en la lengua del barrio, de Iztapalapa y Culhuacán. Supongo que eso es duro para el reportero de cine común, tan acostumbrado a menospreciar las expresiones de este corte frente al vanal cine hollywoodense o el intelectualizado ciné alemán. ¿Chouvinismo? No lo creo.

El Festival Internacional de Cine de Berlín, hace un par de días declaró ganadora una cinta iraní, sobre ella leí algunos comentarios que celebraban a Isabella Rosellini (cabeza del jurado berlinés) el haber premiado una película hecha bajo tal efervescencia política. Es decir, ese complejo de valores que comprenden el plano axiológico de cada nación, siempre ha sido prioriodad para la cinematografía. Quizá por ello Presunto culpable sea excelente ejemplo de hacia dónde debemos hacer caminar nuestro cine.

Las oportunidades de exhibición que goza la cinta son cortesía de Alejandro Ramírez y el grupo Cinépolis, este dato de ninguna manera debe parecer azaroso o "socialmente responsable", al contrario, debe invitar a la precavida vigilancia por parte de la comunidad cinematográfica y público en general porque no faltará abuso en la explotación de un producto audiovisual que puede permancer semanas enteras en salas generando ganancia exclusiva para la cadena exhibidora. En ese sentido sería formidable que Cinépolis exhibiera el documental de manera gratuita, eso sería compromiso verdadero y desinteresado. Ahora que resultó milagroso todos le van a rezar al santo, dicen por ahí...

Las exhibidoras, distribuidoras y ahora parece también los medios, no se cansan de mostrar un profundo desprecio por los creadores, en todo caso ni Negrete ni Hernández son cineastas como tales, su labor es la abogacía y en su ejercicio formularon un mecanismo de denuncia en materia de derechos humanos. Eso me parece una chingonería.

Igualmente celebro haber leido en la lista de créditos finales a personas de la comunidad fílmica que colaboraron para que las cosas salieran mejor. Confío en que compañeros realizadores y productores (algunos, muy poquitos) comienzan a dimensionar la importacia de las cámaras cinematográficas estos días que a todos nos traen molidos.

La animación final de Presunto Culpable contiene distintos mensajes muy sencillos como "exige que tu juicio sea videograbado" "exige que el juez esté presente en tu proceso penal" Ya mientras iban apareciendo estos banners yo había enloquecido, un viento de nueva rabia me recorría las pupilas. Hay tanto que trabajar, pensaba. Presunto culpable DEBE verse en las cárceles, para eso ya existen programas que van de paso por penitenciarias... quién sabe, quizá en poco tiempo.

La otra cosa más que genial son las letras del Toño, aquí las puedes escuchar http://presuntoculpable.org/descargas.aspx está muy buena su rima, a mí me prendió bastante. Lo que sea, lo que sea para demostrar que en México no basta ser inocente para ser libre. Ahí les dejo.







miércoles, 9 de febrero de 2011

La exhibición fílmica: un diálogo intersocial pendiente

Como parte de las actividades programadas por Cine Capital, Festival Internacional de Cine en la Ciudad de México, el día de hoy se llevó a cabo la mesa de reflexión con el título ¿Qué alternativas de exhibición necesita la Ciudad de México? la cual fue moderada por el titular de La Casa del Cine MX, Jorge Sánchez.

La política de incentivos fiscales como eje de la producción cinematográfica nacional, la conformación actual de la comunidad cinematográfica en México, así como las iniciativas socialmente responsables ejercidas actualmente en la Ciudad de México que van desde el cineclub barrial hasta la creación de un centro de tecnología libre al alcance del público fueron algunos de los temas abordados por cada ponente desde su experiencia frente a los modos de distribución y exhibición que predominan en el país.

El panel de este encuentro estuvo compuesto por Simón Bross, productor, realizador y socio de Cinemágico; Benjamín González, representante de la Federación de Cineclubes en el Distrito Federal; Guillermo Vega, representante de la Organización de Consumidores de Cine y Televisión y colaborador en la revista Cine TOMA; Lorenza Manrique, actual coordinadora de Procine DF; y Luis Kelly, ex director de Imcine.

Simón Bross inició con una remembranza de Cinemágico -nombre del proyecto que instaló más de setenta salas de cine a bajo costo en zonas de difícil acceso con población densa- y señaló que los realizadores tanto de cine como televisión deben abandonar la idea de que el público no entiende sus productos pues la cinematografía debe estar orientada cada vez más hacia la construcción responsable de un imaginario social crítico.

Otro proyecto que tuvo lugar en el debate fue Mi cine, encabezado en 2002 por Luis Kelly, cuya plataforma de exhibición consistía en salas de cine desmontables; sin embargo esta iniciativa nunca vio la luz que hubiera deseado a falta de apoyo por parte de las distribuidoras. Tanto Bross como Kelly apuntaron a la necesidad creciente del público por verse reflejado en pantalla, observando cine hablado en su lengua con temáticas que sean de su interés.

Asimismo, Benjamín González habló de la urgencia de espacios de cohesión social para encontrarse con otros, y a nombre de la red de cineclubes que se ha conformado en el Distrito Federal, presentó la propuesta de seguir recuperando espacios abandonados para acercar el cine a la ciudadanía en sus barrios, y de este modo ejercer el derecho a la cultura como bien público.

Priorizar la recuperación de la vivencia cinematográfica como evento colectivo ante la falta de diversidad de ofertas fílmicas en las principales salas de cine y el arrinconamiento del cine mexicano, fueron preocupaciones expuestas por Guillermo Vega quien invitó a la reflexión de la Carta de los derechos del público, redactada por la Federación Internacional de Cineclubes en 1987.

Finalmente, Lorenza Manrique, quien ha asumido la Coordinación de Procine DF, adelantó que se tienen contemplados distintos proyectos para generar redes de exhibición en la capital del país, entre los cuales están la creación de un centro de investigación de la tecnología libre es un y la celebración de una semana de cine mexicano en el Distrito Federal. "Tal vez sea necesario sacrificar el fenómeno colectivo del cine como lo conocemos, en aras de convivir más con el copyleft y menos con el copyright" concluyó Manrique.

(Al margen del texto, quisiera incluir un par de cosas: la importancia del cineclubismo en las ciudades y los pueblos radica en su posibilidad de gestar manifiestos políticos para transitar de un cine existencial a uno de corte social y finalmente a un cine combativo o militante; pero de ello trataré de escribir después. Curiosamente, Colombia encabeza la lista de proyectos autosustentables de exhibición cinematográfica en América Latina. Apostaría que le sigue Bolivia, pero como dicen por ahí, post aparte)

lunes, 7 de febrero de 2011

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vine
a curarme
de ti

Se vende

Hace un par de semanas anuncié que vendería algunos cachibaches pues me he mudado. Por fin me di tiempo de subir las fotos de los muebles al blog por si a alguien interesa. Se trata de una sala, un comedor, un buró, una cómoda y un tocador. En el caso de la sala, puedes llevarte un sillón o dos sillones o tres sillones. Por los precios, toooodo es negociable, sólo se me ocurren estos precios para empezar la vendimia. ¿Trueque? También es bienvenido, sobre todo porque pienso resanar, pintar y colocar piso en el nuevo espacio así que las puras manos pa echar la chamba son más que bienvenidas. Tú propónle y si no es mucho pedir, coméntale a tus conocidos o parientes interesados.

No olvides REGATEAR ;)

Sala: $3000
Cada sillón $1000
En la mueblería costó $10 000 hace un par de años. Resistió los brincoteos de mis perros y uno que otro baile clandestino de mis amigas para el mundo.


Comedor: $2500
De todo el paquete, esta mesita ahí como la ves está en perfecto estado. Se usó para todo menos pa sentarse a comer.

Buró: $300
Tres cajones para tus tres tristes recuerdos. Mide unos 40x45cm, chulada de burocito.


Cómoda: $700
No es lo mismo la cómoda de tu hermana... 1 x1.30m de pura madera maciza. Le cabe harta ropa.


Tocador $800
Hace juego con la cómoda y con un par de camas gemelas que omití en el blog pero igual están a la venta. Éste es de mi hermana, así que por favor visualízalo sin la cantidad infame de boletos, fotos, posters, globos, etc.