Una vez finalizadas las respectivas pausas en nuestras vidas de recabrones,
ahora que somos nada y más que solitarios
pero cada vez más nosotros mismos,
se asomó la luna detrás de tu cortina improvisada
para decir que disfrutáramos tantito.
para decir que disfrutáramos tantito.
No hubo de otra ni que hiciera falta.