Mañana será otoño. Para algunos llega el tiempo de recolectar algo que se haya sembrado.
Algo que venga de la tierra, que no sea su sustancia sino sus fuerzas. También es tiempo de alimentarnos. El bien propio es el bien común y poquito felices en manada nos nutrimos y curamos.
El tiempo previo al descanso con un 26 de septiembre que pondrá a deshojar mi corazón de tristeza.
Pero mañana toma forma de una conquista que se vuelve loca por encontrar(nos).