en el instante que solo quedó abrazarnos y entre los dos
sonaba un río.
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La palabra periplo -περίπλους- hace referencia a aquellos documentos antiguos que contenían las observaciones de los navegantes para leerse en el futuro: distancias entre puntos, descripciones de la costa, vientos, corrientes, bancos de arena, puertos, fondeaderos y aprovisionamientos. Testimonios al fin y al cabo. Las permanencias y los retazos, les digo yo.
Esta serie de sincretismos encontrados en el viaje han sido escritos mayoritariamente en la noche, cuando la resistencia onírica baja y suele entregarse en su vaivén como la mejor de las amantes y mareas.
La bitácora que ahora lee es justo eso, una huella hecha al paso y al repaso de una danza ajuastada al centro del todo, capaz de llenar el espacio y mantenerme bailando. Pase.