jueves, 13 de mayo de 2010

Las estrellas son la estigia

Sentí como uno de mis pies chocaba con el talón del otro con una horrible sensación de desastre a cámara lenta y mi centro de gravedad empezó a moverse más rápido de lo que yo me desplazaba. Estuve una eternidad suspendido enmedio del aire, lo bastante para morder o tragar una lengua, y entonces me golpeé el estómago, me precipité hacia delante con el pecho y dos de mis barbillas, y resbalé. Tenía las dos manos frente a mí. La izquierda golpeó el mamparo y se dobló. La derecha atravesó lo poco que quedaba de la abertura de la puerta, que se cerró aplastando mi antebrazo. Entonces mi frente golpeó el umbral de la compuerta y me desmayé.
Cuando la luz volvió a encenderse, yo estaba extendido en la litera de una nave, al parecer solo. El brazo izquierdo me dolía más de lo que podía soportar, y el derecho me dolía más aún, y los dos juntos no podían superar lo que pasaba en mi cabeza.
THEODORE STURGEON

1 comentario:

  1. Fue bueno, después de tanto tiempo, darme un encontronazo con eso que algunos llaman celos... Estoy viva, es cierto.

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