lunes, 3 de mayo de 2010

Palabras

Es curioso, cuando llego a mi bitácora siempre encuentro palabras voluptuosas que anuncian desgracias, palabras decorosas que traen noticas tuyas, palabras incandescentes aventadas abajo de la cama, palabras puñeteras crípticas de puñeteros discursos políticos, palabras burbujeantes y su cerveza de las siete de la tarde, palabras funestas y atrevidas para demostrar que existo y pienso, palabras suaves e impuntuales, palabras que uno compra cuando se enamora y un día descubre caducas, palabras del pueblo en canasta básica, palabras que sólo buscan sobrevivir o reponerse al mal tiempo, palabras niñas e inventadas, palabras encimadas, palabras en plaga para mentir, palabras gimientes de deseo, palabras sin rostro ocultas en la incosistencia psicosemiótica hipertextual posmoderna fucoliana marxista froidiana, palabras modestas de arrabal. Y no sé a ciencia cierta con tanta variedad cuáles echar a la bolsa tomadas en oferta para ir improvisando el más reciente entreacto de sintetizar a caudal certero las cosas que acuden a cierta hora -la misma siempre- todas las noches en pleno abril, cuando como hoy quiero a paso calmo explicarme el mundo a mi manera.

1 comentario:

  1. Me encantó esta entrada. Creo que sobre todo, y ante todo, mi blog es también un intento de explicarme el mundo a mí misma; un diario público que no pretende dejar para nadie testimonio de nada, aunque a veces lo logre, como su cloaca.

    ResponderEliminar