martes, 22 de febrero de 2011

Prescripción médica

Necesito moverme hasta que amanezca. Necesito baile descomunal de alientos frágiles. Sin sexo, sin bocas, sin frases tibias; sólo baile. Sin luz, sin aire, sin dolores diafragmáticos, sin memoria.

Bailar en drogas, acercarme a un cuerpo, quedarme atrapada en la pista, sacar la cadera de su eje, soltar las manos al universo.

Anoche estuve recordando una fiesta de hace meses, de exorcismos y samba brasileña, me reí conmigo.

Se me acumulan vallenatos, sones, cumbias, salsas, merengues y reguetones, se me acumulan momentos hiphop, lotus flower, younger y chemical brothers. El deseo me parece ahora un poco de aire fresco levantándome la falda.

Mirar... extraño mirar los ojos del que está ahí bailando, mordiendo la indecencia con las pestañas.

Tal vez unos cruces de electricidad, un Salón Maraka, dolor de zapatillas al día siguiente o femorales. Rave improvisado, noche de jaranas. Cuerpo hambriento, corazón amordazado, sudor detrás de los poros reclamando su espacio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario