lunes, 18 de agosto de 2014

En tus brazos

PRELUDIO

Estuve pensando un pelín sobre nosotros por la mañana. Es como dibujar en horizontes cotidianos YA NO IMPORTA, es como anotar esto siempre sobre el vaho.

¡Y qué va! Vigilar mensajes y publicaciones es un deporte extremo. Eso, hoy por la mañana estuve pensando en el extraño de los ojos grandes.

No es que deba afirmar que gracias a ti o como consecuencia de ti ahora soy más, menos, esto o aquello. Soy muy consciente que los cambios tan valiosos y genuinos que se pueden generar en el interior del ser no forman parte de la dialéctica. No son acciones-reacciones puras, más bien llevan su tiempo, pero por ninguna cosa "dependen" de un interlocutor, ni son su responsabilidad, ni su logro.

Pero hay testigos de uno y eso es diferente. Hay personas que presencian los cambios más significativos de nuestro caminar por el mundo y sobre ti pienso que fuiste quien me acompañó en procesos de reconstrucción y descubrimiento.

En procesos de autogestión también. Quizá estos "cambios" no son los grandes cambios, pero a mí me gustaría dejar claro en este blog que los últimos doce meses son reflejo de saltos cuánticos y cambios internos incuestionables, que poco a poco me han permitido un mejor entendimiento de mi persona. Estos cambios tienen que ver con hacerme más valiente, más segura de mí, etcétera.

Por eso digo que estos cambios no sucedieron por ti, sino en presencia (remota o directa) de ti.


EN TUS BRAZOS

Compañero, en tus brazos la verdad me escupió en la cara, más de una vez sin duda, al principio. Y tuve que crecer, arreglármelas con la ausencia de los que partieron y en presencia de los que perduraron ante mis negativas y soledades de selva.

En tus brazos la milpa de adentro creció, no sin antes tener que deslindarme la tierra del cuerpo y morir con el otoño.

Luego vino el tiempo decembrino, ese tiempo de pensar que perdernos en el intento valdría tanto la pena como el azar. El azar que llama a la puerta un día y te pregunta ¿quieres volar o quieres que tu trasero siga calentando la banca? Fueron las lunas de diciembre para querernos, sin preocuparnos demasiado por el futuro. El tiempo de la incertidumbre real.

Uno siente en este tiempo que debe elegir, que es imposible que dos cosas tan distintas ocupen el mismo espacio en nuestra mente y corazón. En tus brazos fue tiempo de bríos, de rejuvenecer y descansar con el frío. De encontrarnos en el monte  y ¿sabes?

-Reconocernos.

En tus brazos me hice más rebelde, un aire de ligera anarquía me sopló la cara. Dejé ir los años y su peso doloroso. Me viste tomar ese tren sin regreso posible.

Y nuestros cuerpos anunciaron las lluvias como el gran inicio de los ciclos agrícolas que morirán mil veces para volver a nacer en otras ternuras y amaneceres perdidos.

En tus brazos, y no extenderé más mi lista de cursilerías, me hice más compañera y el deber llamó a nuestra puerta, mientras yo le di la cara con la sonrisa más hermosa que me recuerde jamás.


AHORA

Platico en mi cabeza conmigo y contigo sin que estés aquí. Te extrañamos. Pensamos que tu locura es siniestra y la abrazamos a corazón batiente sin tamizarla por el filtro de la absurda razón moralizante...

Hoy por la mañana repasé un año mágico, total, chingón, generoso. Etcétera. Y fue sorprendente saber que no tengo pendiente ningún drama por esta tragedia de verte partir, y aunque la tuviera, mis pasos ya no recuerdan cómo volver.

Me siento un poco más libre. Gracias por eso.

¿Y qué canción bailaremos?

Cumbia, faltaba más!





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