Yo aprendí que la mayoría de las veces
las cosas no son lo que parecen,
que somos una especie
que se especializa en mentir
para así construir un porvenir con mentiras.
Cuenta cuantas veces hacemos desaparecer
con solo una frase lo que no quisiéramos perder,
se nos va la vida, vamos dejando correr
el tren con el amor que solo pasa una vez.
Aprendí a no burlarme de nadie con arrogancia
porque yo no sé cuáles serán mis circunstancias
y la elegancia sólo es cosa ego,
la ropa con la que mejor me veo es la del alma.
Yo aprendí que la cama es buena consejera
a la hora de tomar decisiones certeras,
que yo no soy la más lista
pero con el oportunista debo ser una fiera;
yo sé que uno se puede equivocar
como un ser humano normal
que tiene mucho valor que te perdonen
pero más perdonar,
que no se puede pisotear la palabra, pisotear la moral,
que el amor no basta
cuando el respeto no alcanza
es como arar en el mar.
No soy mejor que nadie nadie es mejor que yo
aunque yo no entienda cómo todos quieran parecerse,
cómo la gente se clona y pierde su propia voz;
no saben hacia dónde caminar al levantarse.
Yo aprendí que querer saber todo lo que piensan
con respecto a mi ésa es mi amenaza,
es abrirle la puerta a la envidia
decirle cómo está señora, entre, ésta en su casa;
que pasan las cosas pero los errores pesan
por que luego se arrastran,
porque luego te aplastan como cadenas del alma.
Yo sé cómo se extraña a un hermano cuando te hace falta,
yo se que a veces el que más sufre es el que más te ama;
yo se que tendré otra madrugada donde no tengo ni almohada,
ya yo comprendí que la vida es linda
pero no es un cuento de hadas. Yo sé..
D.S.
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