Si sólo somos una sincronía de tiempos
aventados al mismo plano de la chingada realidad
en el pobre movimiento de los reptiles octagenarios, ciegos
por error de bala, sobreviviendo.
Y esa diminuta coincidencia
dura el salto de los pingüinos en las peñas
un cambio de estación, la mudanza de los pastos,
otros movimientos migratorios
y las complejas estructuras de las hormigas que sostienen la tierra.
Nadie va a extrañarnos,
el mundo no perece en nuestra ausencia, si parpadeamos,
si tenemos apenas olfato para husmearnos el sexo
si no nos salen raíces que avancen bajo la tierra en silencio
si vamos a despedirnos antes y después.
¿Y has mirado esos rayos que cruzan el cielo sin lluvia?
Si sólo somos una sincronía de tiempos
latido acompasado, vocabulario de vida, utopía expandible.
Si de todas formas vamos a quedarnos como coyotes
de bosque piedra aullando al cielo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario