A veces los lobos se me acercan, solemos jugar a la mitología de las bestias, y de ellos supe que el silencio es quizá el más viejo de todos los monstruos. Vivía muy bien con su furia de todas horas hasta que vinieron los hombres a querer domesticarlo. Así acostumbran tales seres a subrayar su condición en el universo, tán perfectamente frágil; así hirieron de muerte a otras criaturas marinas, sin pena alguna. ¿Has escuchado cómo braman de noche el olvido y la memoria?
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