Tengo el corazón rojo, roto y emputado. No existe la violencia mínima, aquí y allá los cuerpos de muchas mujeres suelen ser detentados principalmente por la palabra. La emancipación femenina viene de una semilla más profunda que la liberación sexual, el éxito profesional, o la maternidad realizada. Gracias, ilustrador Solferino.
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Una emoción grande, avasalladora, me inundó el alma. Libertad bajo Palabra, suscribo con el Poeta y contigo, Poeta.
ResponderEliminar¡Gracias!