lunes, 16 de mayo de 2011

Lluvia de noche

La soledad me sigue pareciendo un buen manto que echarse encima para cruzar polvaredas, si bien es cierto que la lluvia en medio de este desierto nos ha tomado por sorpresa a todos. Me envuelvo, trato de no hacer ruido, allá las hojas bien verdes y mojadas traen su propia fiesta. El fuego cocina dos que tres verduras que harán bocado de regular a bueno. La verdad es que escribo porque la nostalgia no va amainar hasta tarde, porque inútilmente genero la idea de quitar a todos para quedarme a solas contigo. Porque todos nos sobran, el mundo entero está demás cuando te pienso.

Me regalo un momento lúdico por respeto al tiempo y tengo un montón de malos pensamientos acerca de esa gente que sí puede acercarte.

Tanto quisiera azotar las puertas y saltar en tus pestañas mojadas, tanto echo de menos que me leas los poros, tanto de cada tanto que todavía quisiera ser tu ecuación por resolver pendiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario