martes, 28 de junio de 2011

Construcción

The heart plugin has crashed. Learn more...



Escribo. Escucho un disco de Sebastian Schuller titulado Happiness. Leía Las metamorfosis, de Ovidio. Me retraté. Terminé de ver Los ladrones viejos. Hice una parada en la torteria de la colonia y bebí agua de jamaica. Revisé el correo. Volví a casa. Me despedí en el metro. Abracé.

Platiqué con un señor bajo la lluvia, me fumé su cigarro. Bailé un par de horas. Logré concentrarme (logré concentarme). Llegué a tiempo. Mandé un mensaje. Llamé. Llamé. Llamé.

Compré agua, me bajé del taxi, abordé el taxi. Escapé del trabajo. Trabajé, redacté, suscribí, colaboré, acredité, revisé, leí, copié, pegué, envié. Me distraje.

Reí. Pregunté. Accedí. Me quejé.

Desayuné. Empecé tarde. Compré boleto, abordé y viajé. Subí escaleras. Eché mis libretas a la bolsa. Eché mi libro de Theodore Sturgeon a la bolsa. Eché algunas monedas a la bolsa.

Me lavé los dientes, tuve prisa. Me bañé con agua fría. Pensé. Sentí frío. No sentí miedo. Desperté aunque previamente, en algún momento, soñé.

lunes, 27 de junio de 2011

Pinche salsa chingona


Fue por allá de 1960 que algunos ritmos cubanos vinieron a fusionarse con el jazz y otras expresiones dancísticas de origen haitiano (la contradanza) y africano (bailes de los esclavos en ritos paganos y religiosos) para dar origen a lo que hoy en día se denomina salsa. La hay para bailar en tiempo de uno y tiempo de dos, también la hay en estilo cubano (distribución circular que gira a la derecha, de ahí que tome el nombre de "rueda casino") y la hay en línea (distribución lineal que gira a la izquierda).

Como en todo pasa las matemáticas se hacen indispensables para el aprendizaje de esta disciplina, las bases van sobre la cuenta un-dos-tres/cinco-seis-siete, en realidad se trata de una base dividida en octavos y con un poco de paciencia completar cada "ocho" permite el desarrollo de acrobacias y cosas más divertidas.

Últimamente me he lanzado a algunas clases en Distrito Federal (Salón de baile La Maraka, Eugenia esquina con Mitla) y de veras la he pasado bien. Las clases corren a cargo de Los Hermanos del Solar, hay distintos niveles, desde el más tronco hasta el más eleborado, los compañeros de baile son lo mismo mocosos de diez años o dones de sesenta. El ambiente es de puro barrio, dignidad, ganas de aprender y mucho respeto. Además es buena opción para hacer danza de medio impacto si los tobillos están resentidos con la vida, aunque me sigo quedando con el afro en tanto las posibiliadades de conexión que éste último ofrece.

La migración de Puerto Rico, Dominicana, Cuba, México y Colombia a rumbos como Miami o Nueva York es un tema recurrente en la práctica de la salsa. Eso merece bailarse, por los que llegaron y fueron libres o por los que resisten porque no lo son o por los que ahí van, ahí van...

Ya entrados en compases, miren las maravillas que se pueden hacer. Hasta la próxima.


martes, 21 de junio de 2011

We're gonna ride



I'm gonna chase the sky forever
with the man, the stallion and the wind
the sun is gonna burn into a cinder
before we ever pass this way again.

domingo, 19 de junio de 2011

Cartografía

Búscame
en el movimiento
tras el páramo
con los peces
hacia la nada
a ratos
por ende
según la causa
entre miedos
por allá
cuando acabe
bajo la colcha
de la incertidumbre.

Búscame
en otras
en mapas
desde hace meses
navegando
a tiempo
sin pérdidas
durante la lluvia
mediante el sonido
a cuestas
excepto ahora
conmigo
desde la nieve.

Búscame
no me salves
no me encuentres.

martes, 14 de junio de 2011

Fantasma

-¿Sabes qué pensé después de leer la carta? Dije, claro, yo no sé en qué tipo de mimetismo o relación o dependencia estuvieron esos dos. Leí tus palabras y sonaban a sus palabras y visceversa, como venidas de un mismo origen. Después de leer tus propios apuntes y luegos los suyos, me dije a mí mismo qué haces ahí. Y sí me encabroné la verdad, porque el asunto subrayó que no puedo acercarme, que no hay forma, que es imposible. Esas palabras que usas, las mismas en su carta, el mismo modo, el mismo sentir... es como sí ustedes dos fueran uno que ya no distingue quién es. Es lógico que él accedió a tu fantasma y no importa, pero cuando se juntan todos los pedazos que lo arman completo a uno lo mejor es permanecer a solas en el universo-.

Afuera todas sus apreciaciones me iban cubriendo el sueño, sabía que ni el humo ni los vecinos desvanecerían una verdad así de dolorosa. El laberinto dejaba sus formas primeras para volverse de concreto blanquecino, de ciudad muy vieja. No debía llorar y no lloré. No debía reír y no reí.

El cuarto creciente se colaba por las nubes y alumbraba el espacio en tonos añiles. Como otras tantas veces faltaba todo.

lunes, 13 de junio de 2011

Doomsday, el cierre de la brecha

De la ciencia ficción mis premisas favoritas son:

1. Las copias cuánticas

2. He descubierto que soy una máquina

3. Quiero ser un ser humano

4. Brechas espaciales (ligada a la premisa 1)

En algún lado escuché que si recordabas un sueño y lo traías a la vigilia durante el día, era muy probable que a la noche siguiente el siguiente sueño fuera fácil de recordar. El acceso a lo simbólico, en términos de linguística estructural, deja ver entretanto que «El inconsciente está estructurado 'como' un lenguaje» y tal estructura mantiene la fuerza pulsional en su lugar.

Con esto quiero decir, si no pasé de noche algunos seminarios de teoría de la subjetividad, que los sueños regulan nuestra mente con significantes cuyo significado sólo una parte de la conciencia puede entender. Cuando la pulsión (vida-muerte) demanda mayor número de significantes generalmente éstas permanecen en el campo de la inconsciencia; algunas huellas mnémicas pueden dar pista de lo que pasa adentro en forma de pesadilla pero en general el acceso al deseo como fuerza vital es restringido. En más términos teóricos, Lacan sostiene que si la pulsión se arrojara a los confines de la conciencia, tal fenómeno implicaría la eliminación rotunda del sujeto (falta de sujeción a la realidad) y muy probablemente esa persona estaría en coma.

Estos días he tenido sueños de veras raros, no precisamente pesadillas, pero creo que el acceso al orden simbólico se ha vuelto complejo. En cualquier caso uno no puede auto-interpretar sus sueños y esa vaina poco me interesa. La realidad, sin embargo...

Sueño que llueve y que miro la lluvia caer, sueño con personas a las que yo conocía y a quienes encuentro convertidos en literales vagabundos pidiéndome ayuda, sueño con pelucas azul eléctrico, con llamadas telefónicas inconclusas y otras que no son contestadas, sueño con puentes estrechos, con lugares muy grises, con el oriente de la ciudad, sueño con brujos, con escaleras verticales y sábanas blancas, con trampolines, con asambleas constituyentes, con cables amarillos que debo conectar, con asaltos.

Anoche me quedé pensando en el final de The Doctor Who, el último de los Time Lords, en cómo se separa de Rose Tyler (Bad Wolf); en pantalla se supone que Rose queda atrapada en un universo paralelo que me simula mucho la existencia de un universo real, uno imaginario y uno simbólico. No había hecho esa lectura y he mirado el capítulo una decena de veces.

Al final de los días -y de la temporada de la serie de tevé inglesa- quedaba una brecha diminuta entre ambos universos, el de Rose y el del Time Lord, una muy pequeña. The Doctor con sus dotes ingenieriles de viajero del tiempo físico cuántico, usa la fuerza de una supernova para reflejar su logo en la Bahía del Lobo Malo y despedirse de su compañera espacial. Así de #guacalasquecursi.

Mientras tanto me sigue inquietando esta sequía de junio y los sueños y demás sueños sobre un llamado que no estoy atendiendo. Salucita.

viernes, 10 de junio de 2011

Cinemática y piano.

Sistema de coordenadas

Que las leyes de la probabilidad te favorezcan hoy.

A veces la vida me parece un día de lluvia en esas ciudades enormes cuyo tráfico de hora pico tarda ochenta y cinco años en llegar a ningún lado. El abrigo de invierno y las botas, una parada al taxi que avanza sin sujeto concreto al volante. Una migraña, un recordatorio del dolor de alacena indispensable para los mejores momentos. Las manos se me extienden como tocando un piano cuando escribo, me gusta mirar los dedos en las combinaciones rítmicas que ejecutan mientras las palabras se despliegan. Paraderos virtuales, gelatinas, humos, secuencias de estrellas. Colarse por el rescoldo, exhalar la voz de la paz, revolverse como haría un pez, abrir los ojos y volver. Importa saber que la soledad y la compañía indistintamente generan universos especiales, asombrosos, justos. ¿Has sentido que algo pasa cuando dices aquí no tiembla mucho y tiembla? que la furia se conecta con algo en ti y en un minuto la niña de dos años ha caído frente al hermano de cinco por accidente y llora con las rodillas grises, que treinta segundos más tarde un par de pelados en bicicleta se han estrellado con el árbol que mirabas, destruyendo un puesto de libros antiguos. Bien, a la par de estas notas esquizofrénicas, hay un remanso de calma, una soberanía muy grande. Las horas dejan a su paso un mejor modo de entenderlas, un sabor sin nombre. Los fenómenos más buenos no necesitan nombres, para qué. El caos es hermoso. Se hace vital el calor levitando la piel tras seis horas de aire acondicionado, se hace vital una nube naranja a las ocho de la noche, se hace vital la conciencia del amor sin certezas. Y todo esto es más complejo, mucho más complejo. En cambio la simpleza con que se aprecian los pájaros y el miedo del otro. Vital es encuartelarse con el sueño para que el sueño hable y explique cosas ahí bien adentro.

Me deparan más átomos. Me espera un espejo de agua para introducirme de a poco. Un soplo de tibieza, los recién nacidos, los ancianos muertos. Una bitácora para explicarme a pesar de los perros flacos y el gallo que detiene los coches, a pesar de los teléfonos y las alarmas y los recordatorios y los filmes. Una película con su lenguaje y su retórica en treinta y cinco y sus decisiones. Un viaje.

martes, 7 de junio de 2011

La utopía es posible

Nos reuniremos en una habitación, nos abrocharemos los cinturones, entablaremos conversación.
Nos tranquilizaremos sin culpas, sin mentiras,
sin miedo y desacuerdos,
sin juzgar.

Estaremos, responderemos, ampliaremos e incluiremos
y nos permitiremos perdonar y disfrutaremos,
evolucionaremos, distinguiremos, preguntaremos y aceptaremos,
admitiremos, divulgaremos y nos abriremos,
buscaremos y hablaremos.

Esta es mi utopía, es mi ideal, mi finalidad. Utopía, es mi utopía.
Es mi nirvana, mi máximo.

Abriremos los brazos, nos arrojaremos,
caeremos a una red de seguridad.
Compartiremos y escucharemos, apoyaremos y recibiremos
impulsados por la pasión no como una inversión a resultados.
Respiraremos y estaremos encantados, divertidos por la diferencia.
Seremos gentiles y tendremos espacio para cualquier emoción.

Crearemos foros, hablaremos en voz alta, seremos escuchados,
nos sentiremos vistos.
Nos opondremos a los obstáculos, más definidos,
agradecidos sanaremos, seremos humildes, seremos imparables,
tomaremos y dejaremos ir y sabremos cuándo hacer cada cosa.

Liberar y desarmar elevarnos y sentirnos seguros.

Esta es mi utopía, es mi ideal, mi finalidad.

Utopía, es mi utopía.

Es mi nirvana.

Mi máximo.
CANCIONERO

viernes, 3 de junio de 2011

Junio

Sounds like this

Cada palabra tiene un espacio ahora a lo largo de toda mi lengua, la idea de un néctar que ahí va resbalando cada vez que visito la correspondencia vieja, eso y un café caliente, me reconfortan a la hora del día que no quiero trabajar.

A veces se me ocurre que podríamos encontrarnos, a veces tengo la certeza que habitamos universos distintos. Que no hay forma. Que es imposible.