martes, 12 de enero de 2010

Panteones

Este personaje será un viajero.

Bajará del camión después de las diez de la noche. La hiel inquieta le solicitará atenciones cuando escuche el silbido camotero. Tendrá que subir el empedrado del pueblo con su costal al hombro y su bolsa de nailon en la otra mano. Sus pisadas en las piedras mojadas titubearán para no resbalar y serán de un sonido metálico y terroso.
Por fin algo mareado cruzará el umbral de sus imprecisiones. Llegará no se sabe dónde a camposanto.

Es curioso pues ahora mismo se me antoja que el personaje que camina entre las tumbas -ebrio y hambreado- vaya de espaldas muchos pasos y cruzado el umbral cobre vida.

1 comentario:

  1. Interesante el ejercicio de imaginar a detalle las historias de los desconocidos que la vida acomoda en nuestro campo visual aleatoriamente.
    Es de mis favoritos, aunque últimamente lo hago únicamente para matar el tiempo (multiasesinado pero inmortal) cuando estoy esperando algo.
    ¿Te puedo mandar fotos ocasionales para que escribas sus historias?

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